2.- transpirenaica
Día: 22/06/05
Comienzo: Santiago de Compostela
Final: Darnius
Km.: 50,69
Día: 22/06/05
Comienzo: Santiago de Compostela
Final: Darnius
Km.: 50,69
La siguiente experiencia fue la TRASNPIRENAICA o GR 132, la cual empezó con un retraso por la hospitalización de mi abuelo Pedrito cuando se rompió la cadera, perdí el vuelo que tenia reservado, pero lo mas importante fue que todo salio bien, y los Pirineos , después de tantos años en el mismo sitio no se iban a mover, así que el 22 junio de 2005 me despedí temprano de mi mujer que me llevo a la Lavacolla, llegando sobre las 10:00 de mañana al Prat de Barcelona, cual fue mi sorpresa que al recoger el equipaje me faltaba la bicicleta, mira que es difícil perder una bici, pues me comunicaron que había quedado en Santiago de Compostela, así que agarre mis alforjas y a pasear por el Prat ya que hasta 2 horas mas tarde no salía otro avión de Santiago dirección a Barcelona, mis pensamientos me comían ya veis un paisano que nunca se había enfrentado a la vida, se me rompieron todos los planes, era todo muy mecánico, llego a Barcelona recoge todo llego a Llaça arranco a tal hora de esta manera se fue todo al garete…estaba muerto de miedo ya pensaba que tenia que recoger todo y de vuelta a casa, entre tanto me llaman por megafonía, yo estaba desconcertado ya que no había pasado mas de una hora,…nada que al final había llegado la bici pero el problema es que había ido por otra cinta, para fiarse de estos de Iberia.
Serian mas o menos las 11:30 así que pille un taxi para que me llevara a la autobús que salía hacia Llança, pero cuando llegue el dicho autobús ya había salido, entonces lo único que me quedaba era descansar ya que desde que recogí la bicicleta solo había corrido de un lado para otro y la verdad sea cierta es que con todo el equipaje los brazos, espalda y la moral se funden. Después de tomarme un respiro tome la decisión de buscar una solución y la única aunque un poco collazo por los trasbordos era el cercanías, así que con paciencia me dirigí hacia la primera parada de metro que llevaría hasta la estación de cercanías, y este al final de su recorrido me llevaría al que se dirigía a Francia por la costa, la verdad es que era un collazo los trenes petados de gente que se desplazaba a pasar el día a la playa yo de pie con la bici empaquetada, las alforjas en un brazo, y en la otra la saco de dormir y la esterilla.
No tuve problema ninguno hasta en el ultimo tren, el revisor me llamo la atención por llevar tanto bulto que incordiaba, yo estaba fuera de lugar ya que momentos antes el taquillero de la ultima estación me dijo que no tenia problema ninguno en transporta la bici, y si quería la podía llevar montada, cosa que no quería por que ocupaba mucho mas que desmontada.
Sobre las 15:30 llegué a la estación Lança con un calor infernal, lo primero que hice fue buscar una sombra y echarme una pequeña siesta ya que ahora empezaba el la segunda parte del desafió, el de atravesar los Pirineos, que horas antes los había visto desde el avión.
Una vez echada la pequeña siesta, me propuse montar la bici, y después bajar al pueblo pisar el mar mediterráneo comprar agua y un poco de comida y al alrededor de las 17:00 a pedalear hacia el mar Cantábrico el cual me esperaba al otro lado de tantos subidas y tantas bajadas, ya empezaba a sudar creía que era de pensar en los puertos, pero era por el calor que hacia, me esperaba el calor que un año antes se me negó en el Camino de Santiago.
Tenia dos opciones, una quedar a dormir en Llança o empezar a pedalear y poner las piernas a tono, decidí optar por la segunda, pensando que no habría muchas cuentas, pero graso error, cada kilómetro que pedaleaba mas acordaba de la marcha que disfrutaba con mis amigos en Chantada, pero no sabia que esto solo servia para calentar el cuerpo. Poco a poco fui desconectando de todo lo sucedido durante el día, las carreras de un lugar a otro, del revisor collazo de todo, tanto desconecte que tenia se me olvido por un momento en donde me metía, y eso, no me lo podía permitir ya que la confusión en un desvió, seria una perdida de tiempo considerable, poco a poco llegue a La Jonquera, y me encontré con la civilización, con un mundo de camiones que hacen la parada antes de cruzar hacia su recorrido por Europa, tome un aperitivo y me adentre definitivamente en la aventura que me esperaba. La noche se me echaba encima, y tenia que buscar donde dormir, pregunte en varias poblaciones pero o no había o el dueño no estaba, y en este punto entre población y población ya no existía las carreteras asfaltadas y la verdad en me dio del monte medio de noche y sin conocer, me estaba… pero en medio de la oscuridad se veían unas luces, parecía una película de Drácula, pero era Darnius y conseguí cama para dormir y llamar a casa, solo podía desde un punto del pueblo y sin moverme mucho.
Día: 23/06/05
Comienzo: Darnius
Final: Sant Pau de Seguries
Km.: 83,29
Cuando de desperté me quede sorprendió con lo veía por la ventana, una maravilla de paisaje, era esto lo que esperaba lo que tanto ansiaba, viendo el amanecer desde la ventana de la casa rural, y pensado en el recorrido que estuve analizado antes de dormir la noche anterior, ahora si comenzaría a saber lo que seria sufrir, hoy afrontaría el primero de los puertos que superarían los 1.000 metros de altitud, el Col de Riu.
Desayune como un marques e inconscientemente hacia tiempo para recuperar las piernas del día anterior, pero alrededor de las 9:00 arranque hacia Albanya, lo primero fue bordear el pantano de Boadella, después de subir, perderse y volver a bajar llegue al pie del Col de Riu, en este punto me metí en Albanya a comprar unas chocolatinas y a disfrutar del momento.
Creo que nunca había subido un puerto de estas características, así que lo tome con mucha calma, y sobre todo con mucho respeto, pero pedalada a pedalada, llegue casi al final del puerto donde hay una masia que tiene una maquina de refrescos, estibe charlando con la propietaria que se dedica al cuidado de cabras, y cual fue mi sorpresa que esa mujer que tan buena charla me ofreció era nativa de donde vivo, de Cambados una vez tomado el refresco me despedí y seguí con la subida de la cual ya no quedaba mucha, justo arriba de todo me cruce con un pareja de ciclistas que estaban haciendo la ruta pero al revés y desde Espui, era su tercer año que se desplazaban a los Pirineos. Nos despedimos y nos deseamos suerte para lo que nos quedaba de aventura, unos comenzábamos otros finalizaban, pero esta demostrado que este tipo de aventuras que hasta la llegada nada es definitivo.
El descenso fue impresionante, mi cabeza no daba hecho, que si frenar y cuidar la mecánica, que como bajaría con una doble y sin portabultos, y sobre todo que maravilla de lugar y de esta manera después de bajar sin para casi 20 min. llegue al final del descenso, y mientras descasaba los brazos de tanta vibración sacaba la guía que llevaba, pero como siempre mi cabeza me decía, Fernando porque no paras y disfrutas de este lugar un par de días, la verdad es que es un lugar idílico en todo su conjunto los Pirineos, cada subida cada desfiladero, todo es distinto y encantador al mismo tiempo, es un placer para los sentidos.
Después del descanso físico, continué hacia Camprodon, en este tramo viví las rampas mas intentas que he subido en mi vida, cortas pero brutales, no se que desnivel tendría o si era cosa del cansancio ,de las alforjas o de la tormenta de verano , que una al día me pillaba después el calor me achicharraba pero una caía siempre, cuando estaba a punto de tirar la toalla el desnivel descendió hasta poder llanear un rato pero el desnivel volvió a cambiar pero ahora el % era negativo, así que me deje llevar hacia Camprodon, pero camino de allí en Sant Pau de Seguires vi un camping y me metí de cabeza, estaba lleno, era la noche de San Juan, y me dejaron dormir en el suelo de gimnasio. Cene una buena carne unas cervezas para dormir del tirón y la verdad entra la cena y la música de petardos de fondo, ya que estaban prohibidas las hogueras por lo brutales incendios ocurridos meses antes, me
quede frito al momento.
Día: 24/06/05
Comienzo: Sant Pau de Seguries
Final: Ger
Km.: 88,09
El día se levantó precioso, parece que cada bocanada de aire, te va reventar los pulmones de tan puro aire que se respira. Ordene las alforjas de las cuales ya me queda solo la mitad del equipaje porque me di cuenta que con el equipaje que llevaba era imposible que llegara a mi meta de Hondarribia y eso que cargaba con menos peso que un año atrás, pero aun era demasiado peso, en el camping se portaron muy bien y me tramitaron el equipaje, ya estaban especializados ya que con bastante frecuencia en este punto los que hacemos esta ruta en bici nos damos cuenta que a donde vamos con tanto encima, los que lo hacen a pie descargan el peso un par de jornada antes.
Desayune en la salida de La Roca, mientras disfrutaba el ver pasar una carrera de perros, pero en lugar de tirar por trineos estaban atados con arneses a corredores, mas tarde me comentaron que de esta forma los van preparando para el invierno. Proseguí el camino hacia Ribes de Freser por Pardines, y otra vez a subir, cuando estaba cansado de subir me cruce con otra carrera, esta vez era un raid a caballo, que llevaban varios días recorriendo los Pirineos, estuve charlando con una chica de organización, me invito a una manzana y me oriento sobre el tramo mas bonito de esta zona, de esta forma haciéndole caso proseguí mi camino hacia Pardines, una vez llegado a Ribes de Freser me encamine hacia Planotes, en este punto me indicaron mal el camino y me desviaron hacia La Molina por la carretera, (otra tormenta de verano en la subida) arriba de todo volví a preguntar y por segunda vez en poco menos de 2 horas me guiaron mal, y acaba a la derecha de Parque Nacional del Cadi-Moixero que es donde quería ir y acabe en Puigderda, para coger mi camino tenia que desandar los 30 Km. de descenso que había disfrutado, en este punto tome dos decisiones, primera hacerme una ruta por mi cuenta hasta poder coger en camino trazado (tardaría 4 jornadas), y segundo, me guiaría por mi, así que si me equivocaría, seria yo y solo yo.
En Ger conseguí cama a un precio razonable en un pequeño pero bello hotel rural, eso si prometiendo que no utilizaría el hidromasaje, esa noche vi por la tele como el Real Madrid tomaba ventaja en la final de la ACB, hacia días que aparte del móvil, no tenia contacto ningún medio Tecnológico (otras de las cosas buenas de estos viajes).
Día: 25/06/05
Comienzo: Ger
Final: Sarrageta
Km.: 131,93
El día se despertó con buen humor, así que de esta manera parecía que todo seria muy fácil, y el comienzo prometía ya que hasta La Seu dÙrgell, era un trayecto que parecía que tenia alas, ya que la pendiente siempre tiraba hacia abajo, casi siempre iba acompañado del río Segre, ya que alguna vez se tomaba un respiro, pero volvía pronto, de pasa me refrescaba un poco, pues a medida que nos acercábamos al mediodía iba estrujando las calorías, no se que me pasaba pero todo lo que me agenciaba de liquido no me duraba mucho, creo que fue en esta etapa en la que empecé a saber que el agua no se desperdicia aunque este a un temperatura intragable, pero aunque no te quite la sensación de sed, si que te hidratas. Una vez llegado a Sue dÙrgell estuve tentado en acercarme asta Andorra la Vella, pero ante tanta indecisión, y sobre todo quería pasar por Sort, había si tenia suerte con la lotería, me decidí tirar hacia el sur camino de Ribera dÙrgallet, que seria mi siguiente desviación hacia Sort, y probablemente a partir de ahí volvería a coger el camino que llevaba marcado y estudiado desde casa para llegar a Hondarribia.
El camino desde el comienzo fue rapidísimo, era bestial la media que llevaba hasta aquí, pero las cosas cambiarían tan rápido que no tuve tiempo a preparar las piernas y sobre todo mi cabeza, desde aquí fueron casi 30 km. de continua subida, con calor abrasador, de hecho me encontré con varias piscinas naturales que tenia pinta de haber sido usados anteriormente de abrevaderos , yo si las use de piscina en cada una de ellas me metí entero, en la primera una vez salido de ella, se me paso por la cabeza que podía coger un catarro de la leche, ya que a la temperatura que debía tener en el cuerpo y enfriar de repente, no podía ser bueno, pero una vez que dejaba de pensar en el agua y me ponía a pedalear ya estaba seco, pero seco literal, yo creo que estaba saliendo del agua y esta se evaporaba. Seguí poco a poco con mi martirio veía a las autocaravanas, eran en con estas donde se me iba la mente, porque a partir de una hora y media, como que estaba hasta los.., y si le pido ayuda, y si me llevaban, pero cuando me decidía pasaba un coche o moto y me pitaban en forma de animo, yo creo que pensaban que ese de la bici estaba zumbado, así que poco a poco, pedalada a pedalada llegue al Premio de montaña llegué a Rubió, y justo ahí vi un lugar idílico, una cafetería de carretera con sombrilla y unas vistas espectaculares, así que me pare, pedí un bocadillo vegetal un refresco y cuando me disponía a engullirlo se pararon dos coches, se bajaron 2 parejas y vinieron hacia mi, yo estaba tan cansado que no me había percatado que fueron me habían pitado durante la subida, se pusieron ha hablar con el menda que escribe, ya que ellos estaban de vacaciones, pero también habían hecho excursiones en bici, pero no viajes, después de estar un buen rato de charla se marcharon, yo menos mal que mi bocata era frió que si no iba a comer…una vez dado cuenta de la comida pedí permiso a la camarera para echarme una siesta, un hubo problema ninguno, fueron unos momentos bestiales, después del esfuerzo realizado, el hablar con las parejas catalanas, comer, lo que me quedaba era desde esa terraza, el calor pero a la sombra, disfrutar del mundo, porque aunque no fuera el punto mas elevado de la travesía, quizás fuera uno de los puntos mas espectaculares me sentía el amo, y así era, era mi propio amo, fue un momento en el que era yo y eso el vació.
Una vez descansado me tire carretera abajo hacia Sort, creo que en mi vida no tuve tanto dolor en una bajada, necesitaba mas tensión que en la subida ya que aunque quería disfrutar de bajada no podía, la puñetera babieca parecía que la habían pegado con un látigo de 7 colas, se lanzaba sola. Una vez llegado a Sortdescanse de nuevo viendo como practicaban piragüismo, y yo a enfriar el culo en río que atraviesa dicha población. Una vez hechas las fotos pertinentes busque la lotería, y no me lo podía creer que después de tanto esfuerzo, la “bruja” estaba de vacaciones, de tal forma como llegue me marche, siempre siguiendo el curso del río, ahora hacia Pobla de Segur, y como todavía tenia un poco de gasolina y tenia día, decidí seguir pedaleando hacia la siguiente población que tenia camping de era Sarragueta, vaya baños, me lave en la piscina y a dormir con la mejor película que podía tener, “el cielo estrellado” fue bestial,……como bestial fue dormir en saco de campamento en medio de los Pirineos, hasta las arañas se cobijaron bajo mi saco, pero dormí a lo bestia.
Día: 26/06/05
Comienzo: Sarragueta
Final: Ainsa
Km.: 115,77
El día comenzó con un bostezo tan frío, que parecía que se te iba el alma por la boca, aun siendo verano a ciertas altitudes el frió se nota de manera considerable, y las mañanas son frescas, pero sobre todo lo que fallaba aquí era mi experiencia, por meterme sin tienda de campaña y con un saco de dormir un poco escaso para estas aventurillas, esta bien para dormir al lado de una chimenea o a nivel del mar, pero al pasar de “un metro” ya deja de servir. Recogí mis partencias y me puse en marcha, en este punto no sabia donde me encontraba, solo sabia que me tenia que dirigir hacia el oeste, quizás en este punto del camino y después de la dura etapa de ayer, esta seria una de las etapas claves de mi recorrido, tenia la sensación de vacío parecía que se me estaba acabando las pilas, al cabo de unos kilómetros me percate que no había cenado bien en el camping y que el desayuno fue escaso, de este modo me decidí que en el primer pueblo que viera y que me atrajera, desayunaría y descansaría. Después de una larga subida, pero encontré con Prevés en donde me avitualle en el camping, y me puse a la sombra, en este momento veo parar una Mercedes Vito, se bajan unos 7 orientales y a sacarle fotos a una enredadera, en la cual estando delante de mis narices no me había percatado, y lo cierto que era de admirar, así que como un japonés, chino, o lo que fueran, como uno mas a sacarle las pertinentes fotos.
Después del descanso, y mimar un poco a mi pequeña compañera, con caldo de aceite, y observar el estado de las pastillas para la contención, decidimos seguir caminado, como no siempre hacia el oeste, este tramo fue una verdadera maravilla ya que era un descenso largo y sin mucha pendiente, así que con poco esfuerzo avanzamos muchos kilómetros, es la parte buena que tiene los Pirineos, ya que hay que hacer un esfuerzo descomunal en los puertos, los descensos los puedes disfrutar que aunque te desplaces a gran velocidad, son de unos 20 minutos, de media, una maravilla, disfrutando la ruta llegue a Castejon de Sos, y en la calle principal, me percate de un restaurante la cual tenia un pequeño porche, así que con el perfume que tenia la ropa, no me iba a meter en el comedor con los demás clientes, me puse a comer, y pidiendo permiso y después de ojear por donde continuaba la ruta, eche una cabezada, y así aproveche que el amigo “Lorenzo” pasara de largo, y evitar que mediara con el mazo, vaya calorcillo.
En esta ocasión decidí seguir el curso del río, y de esta manera, entre los cañones, fui esquivando los mazos de “Lorenzo”, en pocos kilómetros me cruce con el camino que había abandonado jornadas atrás, el problema que tenia ahora, es que tenita dañado el disco del freno, y prácticamente me había comido las pastillas de freno, así que decidí seguir por la carretera, para evitar fuertes pendientes y conservar lo mejor posible la mecánica, porque una cose tenia claro, que era que llegaría al Cantábrico, de tal forma saque los mapas que llevaba y busque el recorrido mas próximo a mi proyecto original, esperando que a mi dolorida burra mecánica le fuera lo mas liviano posible, así que con animo renovado proseguí el viaje, pero no dure mucho y en una pequeña gasolinera tuve que parar, joder que calor. En este punto me encontré, con la que quizás sea la anécdota mas curiosa del todo el viaje o tal vez de todos los realizados hasta el momento, nos encontrábamos la chica de la gasolinera y yo, a la sombra, y en ese momento aparece al final de la recta un chico con una movilette, lo observábamos como llegaba, y al llegar a nuestra altura se detuvo, se bajo sacándose seguidamente la camiseta y poniéndose hasta donde llegaba crema protectora una vez terminado todo el ritual comenzó a entablar conversación con los que estábamos allí, y entre trago y trago de agua, nos fue comentado su historia, era un chico de San Sebastián, que por Internet se informo de las bicis de la marca Comensal, y que tenia intención de comprar un modelo, miro que son de Andorra, y no se lo ocurrió otra cosa que coger la movilette e ir hasta Andorra a comprarla en persona, y tal como llego se marcho, todo nos pareció tal surrealista que tardamos un rato en reaccionar, pasado el “susto” proseguí mi camino, y con un pequeño empuje proporcionado por una corriente de aire a favor, llegue en un abrir y cerrar de ojos a Ainsa, antes de entrar l pueblo y buscar donde dormir, decidí meter los pies en el río, y disfrutar del , eso del silencio, lo único que se escuchaba el agua correr con alegría.
Encontré sitio en el Hostal Ordesa, me duche, baje a cenar, y estuve de charla con el dueño del hostal, un chico joven, que también le apasionaba la bicicleta, una vez terminada la tertulia, me fui a la habitación, y vi el quinto y ultimo partido de la final de la ACB, entre el Real Madrid y el Barcelona, con el triple de Alberto Herreros que le daba el triunfo a los blanco y a el su colofón perfecto para su carrera.
Día 27/06/05
Comienzo: Ainsa
Final: Aisa
Km.: 114,72
El día comenzó de una manera rara, ya que al levantarme, no había nadie en recepción, entonces decidí, que mientras esperaba a que llegaron, me puse a ordenar las alforjas, monte la bicicleta y media hora mas tarde seguía sin llegar nadie, me empezaba a impacientar, ya que ese tiempo lo podía dedicar a avanzar sobre mi fiel montura, no había pagado la habitación y me podía haber largado, sin mas, decidí dejar la llave de la habitación en un lugar, que pienso que la encontrarían con el dinero acordado por la habitación. Comencé el pedaleo hacia Sabiñanigo, al cabo de unos kilómetros, en Boltoña, me encontré con un desvió en el cual tenia la sensación que iba a ir con memos densidad de trafico, así que me metí. No me equivoque el trafico era nulo, y excepto varias casa dispersas no había ningún síntoma de civilización en unos 40 Km., había mas vida, por los montes transitados jornadas atrás, que este tramos de carretera, la parte positiva, era que aunque seguía haciendo calor, no apretaba tanto como en el día de ayer, de esta forma iba avanzando hasta llegar a la carretera de Huesca a Sabiñanigo, de esta forma pase de no cruzarme en kilómetros con nadie, a tener una densidad importante de coches, a lo largo del trayecto hice una parada técnica para repostar líquidos y aproveche el momento para revisar la rueda de atrás, ya que tenia un radio flojito y llamar a Oscar, por si coincidíamos en los días que pasara el de Alemania y así me llevaba la bici en uno de los maleteros de algún coche, una vez hecha la llamada proseguí con el trayecto llegando al mediodía a Sabiñanigo, donde decidí parar a comer y descansar, teniendo una agradable charla con los ancianos que regentaban el bar.
De Sabiñanigo a Jaca hay poco que reseñar, simplemente que se hicieron a gran velocidad, en este punto comenzó la tormenta de verano diaria, y me cobije de la lluvia en el misma parada de autobús en la que estaba un vasco, que acababa de recorre España en bici, y ahora estaba esperando a un amigo para ir de escalada al Parque Natural del monte Perdido, una vez pasada la tormenta continué el camino y después de preguntar por la estación de tren de Camfran, la cual quería visitar por su peso histórico, pero tal como me indicaron, casi mejor para otra ocasión, ya que los puertos se me estaban haciendo duros por el cansancio, y la poca recuperación de la suma de los días, pedalee, unos kilómetros en dirección contraria por el Camino de Santiago, en la versión aragonesa, una vez llegado el cruce indicado me quedaban dos puertos, los cuales se me hicieron eternos, realmente los últimos 10 Km. Me sobraban, pero no podía quedarme en medio de la nada, una vez llegado a AISA, encontré un pequeño hotel rural, la cual unido a una cocina casera de gran altura para mi paladar.
Día 28/06/05
Comienzo: Aisa
Final: Ezkaroze
Km.: 94,72
El día comenzó con bastante humedad, producida por tanta agua caída `durante la noche, pero con bastante fresco, se avecinaba un día muy placentero para la practica de la bici, en este tramo de ruta era un constante subir y bajar, ya que las grandes dificultades montañosas, la había dejado atrás, ahora tocaba otro tipo de dificultades, eran valles, preciosos, pero continuos, no era capaz de recuperarme del esfuerzo de haber subido, cuando ya terminaba la bajada, cambiar desarrollo y para arriba de nuevo
Una etapa dura, sobre todo por el viento que soplaba todo el tiempo de cara, y la verdad que aunque estés protegido por las montañas, ya que en todo el día no se subió a cotas en las que estuviera uno al descubierto, el viento siempre, siempre fastidia, y mas en este viaje y a estas alturas de tal modo que reventado como un borrico en tiempos de post-guerra.
En una de esas pendientes en positivo me pareció ver un pájaro carpintero, no se si por estas latitudes hay o no, pero o era o quería que fuese, lo que si es cierto es que vi un montón de motoristas de los Países Bajos, con las motos cargadas con sus utensilios para un viaje de las mismas características que el mío, pero con menos dolor de piernas, eso seguro.
Hoy se iba acabar el día pronto, ya que me encontraba cansado y a la entrada de Ezkaroze, me tope con una casa que alquilaba habitaciones así que no me pensé, tuve que esperar ya que la señora no se encontraba en esos momentos, llegamos de acuerdo por el precio de la cama, me cambie me puse el bañador, tenia intención de bañarme en el río, pero cuando llegue a la orilla cayo la tormenta del día, así que me recogí me di un señora ducha y me dedique a buscar el bar del pueblo para cenar, me zampe dos bocadillos de tortilla mientras me ponía al día de cómo caminaba el mundo, y con el postre prepare la ruta del día siguiente, puse al día mi cuaderno de bitácoras, depues de haber llamado a casa, lo único que me quedaba era dormir de un lirón.
Día 29/06/05
Comienzo: Ezkaroze
Final: Mugaire
Km.: 106,24
Quizás fuera el día que mas raro me sentí, ya que desayune como un señor, y cuando le fui a pagar lo acordado el día anterior no me dio la vuelta, que ya era así, lo deje pasar pero creo que no eran así las cosas si se queda en una cosa para bien p para mal es lo que has quedado, una vez pasado el tramite de ponerme en camino hacia el oeste y cuando llevaba un tercio de lo que "destroce" ese día intente ponerme en contacto con mi amiga Natalia, para que me sacara el billete de avión desde San Sebastián hacia Santiago de Compostela, la verdad es que unas veces por su trabajo y otras por la cobertura, tarde casi todo el día en ponerme en contacto con ella, poco a poco, kilómetro a kilómetro cada vez estaba mas cerca de un punto muy especial para mi, que era Roncesvalles, aquí empezó todo hace un año, día arriba día abajo, ha pasado un año, desde aquí decidí desviarme unos kilómetros y hacer el recorrido que no pude hacer el año pasado por culpa de mi inexperiencia, así que decidí pasar por la gasolinera de Zubiri, y para mi alegria allí estaba la señora que en año antes me dio una grata conversación, pero la cara mirándome, no le cambio mucho, poco después me puse camino hacia mi destino, y me encamine destino hacia Francia por la N-138, la verdad es que el día se porto de maravilla, y el recorrido siempre exigente, era llevadero, se notaba que llevaba varios días de aventura, y las piernas iban solas, pocos kilómetros después me desvié para comenzar el ultimo gran puerto de esta travesía el cual me conduciría hacia Irurita, era una subida la cual me abrazaban las sombras producidas por la preciosa arboleda, el único problema fue que a pocos kilómetros de coronar, esa arboleda desaparecía y dejaba que el viento jugara con la calva del puerto, pero una vez coronado, no pude ni parar a completar tan hermoso valle que tenia antes mis ojos, pues el frió, me congelaba las ideas, así que con las mismas que llegue me marche puerto abajo, y gracias que casi era mas largo el descenso que el ascenso, que me pude recrear y recuperar, una vez llegado a Irurita, entre que unos me decían para aquí y otros para allá, perdí un tiempo dando vueltas sobre mi mismo, sin ver nada nuevo, ni experiencia, pero al final me encamine hacia el punto final de la etapa en Ezkaroze, en el cual conseguí cena y cama por un precio razonable teniendo en cuenta que estaba rozando una de las ciudades mas caras de España, como es San Sebastián.
Día: 30/06/05
Comienzo: Ezcaroze
Final: San Sebastián
Km: 79,96
La noche anterior casi no peque ojo por la emoción de estar a las puertas de la meta final, después de tantas subidas y bajadas, estaba ahí, se había acabado, ya que los kilómetros que restaban no tendrían que ser a priori ningún problema para llegar a Hondarribia.
El día, como todos con un sol resplandeciente y el comienzo era esperanzador, ya que el camino por el Bidasoa era por unas pistas paralelas a la general, hasta que por culpa mía me equivoque y me metí de lleno en los peores 15 kilómetros de mi vida, la general estrecha y con una densidad de trafico bestial, y entre la emoción de llegar y lo aturdido del momento, no sabia si ir para la izquierda, derecha,…decidí tirar por la calle del medio, cerrar los ojos, ponerme el casco y pasar lo mas rápido posible este tramo, me acople lo mejor que mis fuerzas me permitía a la bici y rápido, rápido, parecía que cada camión que me pasaba quería ir mas rápido, tenia miedo de desfondarme, pero tenia que seguir, por cabezón, por orgullo, no era mi final soñado, pero era el final del viaje. Una vez llegado a la desembocadura del Bidasoa parecía que se hacia la luz, llegue, ahí estaba Hondarribia, ahí estaba el Mar Cantábrico, era un satisfacción enorme, lo había conseguido, no como me hubiera gustado, no como lo había planificado, pero hacia atravesado de este a oeste los Pirineos, me hice la foto de rigor, y como tenia tiempo ya que Natalia estaba trabajando y Oscar no pasaría por San Sebastián hasta la noche, disfrute del momento y fui pedaleando hasta la playa de La Concha por la carretera que mas bordeaba la costa, saliendo a Puerto de Pasajes, y desde aquí ha callejeando y metiéndose por aquí y saliendo por allá, llegue al paseo de Donosti, siendo “mi” paseo triunfal has La Concha.
Fue casualidad que cuando quede con Natalia, cayo el mayor aguacero en los últimos días, recogimos su coche del deposito de coches ya que se lo habían retirado, metimos la bici en el y salimos al encuentro de Oscar en una área de servicio, metimos la bici en el maletero de un coche y me la llevo a Santiago, yo tomaría al día siguiente un avión de vuelta haciendo escala en Barcelona, justo donde comenzó este maravilloso viaje, pude casi tocar cada uno de los puertos en los que había sufrido y saboreado la belleza de esta nuestra tierra.
El año que viene más…
Mis agradecimientos a:
A Natalia por todo
A Oscar por la logística
A Carmen por apoyarme y darme fuerzas.
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