Día: 24/07/09
Comienzo: La Ventouret
Final: Mont Ventoux
Km: 25.4
Tiempo: Sol
por un día tenia prisa, y no porque me esperase alguien, o porque tuviera emoción por subir, no tenia esa ansia que tuve con el Stelvio, Gran San Bernardo o Alpe d`Huez, tenia prisa porque no quería achicharrarme como un cangrejo de río, sin agua, así que a las 6:00 me desperté, recogí, todo, zampe una bolsita de glucosa con sabor a fresa, respire profundamente el aroma a lavanda, y me puse a pedalear lo mas sigilosamente posible, ya que la "caravana de autocaravanas" estaba todavía durmiendo, y sin darme cuenta en encontré de frente con el "Chalet Reynard" ahora ya me di cuenta que estaba ante las ultimas rampas, la parte buena de levantarse temprano es que los frikis, fantasmas o como les quieras llamar todavía no sea estirado dentro del sobre, así que solo queda uno y el infinito, a los 5 km escucho
-venga que te queda lo mas suave...
yo, no es por soberbia, sino por precaución, siempre que escuchado eso, hice caso omiso, no vaya a ser que pete, y después ya veremos que suave era...sin con rampas hasta el 11%, pero eso no es lo que te marca esta montaña, sin ser una montaña alta (1912 mts), es una montaña INSÍPIDA sin alegría, sin atracción, sin sintonía lo que se debería de ver a esa altitud con lo que hay en realidad, pero al final llegue, puse el ultimo sello de los OEA`S (al final puse 5), me hice la foto y me aparte y deje ver como se desarrollaba los acontecimientos, como subía la gente, la cara de felicidad que tenían por haber llegado, ese era el espejo al que me miraba, ya que carecía de el, tenia que buscar a quien parecerme, y que queréis que os diga no me sentía identificado con nadie, pero una vez que bajaba (andando con un catalán, con el que empecé hablar en la cima) he hice la foto al monumento a Ton Simpson y a otros tantos que la espicharon, me cruce con un señora, entrada en años y en carnes, al rojita, parecía que había comido un guindilla, particularmente, creo que salio ya demasiado avanzado el día, pero mira por donde me sentí identificado con ella, lo intenta, no protesta, ni maldice y a nadie molesta, pero en su mirada se veía alegría de estar haciendo algo que le gustaba, mientras el catalán no la entendía, pero yo para mi interior, me alegraba y en mi exterior con un gesto suave le mandaba mis ánimos, seguro que llego.
después durante la tarde estuvimos intercambiando opiniones de todo un poco, pero sobre de todos del mundo de la bici, el catalán y tres valencianos, esta manera viendo pasar a miles de personas para arriba, y otras tantas para abajo, se nos echo la noche encima, y como si la cosa no quisiera ya llegaba la comitiva de camiones que tenían que poner durante la noche , la linea de meta, los puntos de kilómetro, la zona vip para invitados y mientras ellos trabajaban yo tuve que pedir piquetas mas duras para clavarlas en el suelo, que el viento volvía hacer acto de presencia
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